Gestos, Silencios y Perdòn.

Hubo una oportunidad, en la que leí una historia aún por escribir, de cuentos de castillos en el aire, y jardines colgantes.

Y pude escuchar el susurro de las palabras de un viejo taumaturgo, dirigidas y llevadas por el céfiro y sus movimientos hacia una escultura que en silencio derramaba desdicha en lágrimas.

Fueron estas sus palabras: "Tu que sin gestos, sufres, recuerda que las expresiones del rostro pueden llegar allí donde el habla no puede, y los sentimientos pueden llegar allí donde no pueden hacerlo las expresiones."

A lo que la efigie respondió con sus gestos del alma:

Viejo zahorí..."Aquel alba, asomaron a sus ojos una lagrima, y a mis labios una frase de perdón.
Hablo el orgullo y se enjugo su llanto, y la frase en mis labios expiro.
Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor.

Ella dirá: ¿Por qué calle aquél día?

Y, yo digo aún: ¿Por qué no lloré yo?

[Hubo un amanecer en que callaron mis expresiones, palabras y lagrimas...y solo me quedo escribir mis sentimientos y pensar en nuestro mutuo amor, pero al anochecer y al no escuchar ni el más ruidoso silencio, no se te ocurrió leer lo que escribí en mis gestos, asi que regresaste por tu travesía sin pensar en que mis palabras iba tu nombre, atado a una frase de perdón]